La marea: la revista de la cooperativa Más Público

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La marea: la revista de la cooperativa Más Público

“Periodismo es, para los miembros de MásPúblico, sentarse delante del ordenador sin que ningún tipo de presión política o empresarial condicione sus artículos”, definen en su primera editorial los miembros de la cooperativa MásPublico. El cierre de Público supuso el fin del mundo para muchos periodistas. Ciento treinta trabajadores fueron despedidos, lo que supuso el 85 % de la plantilla en la calle. Muchos lo tuvieron muy difícil o imposible para incorporarse a otros medios, pero lejos de rendirse decidieron buscar soluciones. “Se cerró público y han nacido pequeños medios nuevos”, explica Toni Martinez, exredactor de Público, “es el germen del periodismo celular”.  Se han generado seis microempresas periodísticas que se han adaptado muy bien a los nuevos tiempos aunque para los usuarios todavía sea difícil de ver. Estos medios son: Eldiario.es, Mongolia, Líbero, Alternativas económicas; Infolibre y La Marea.

Toni Martínez, impulsor de Lamarea.es, reunió el pasado  miércoles 10 de abril a los estudiantes de periodismo de la Universidad Miguel Hernández de Elche para explicarles en qué consiste este nuevo medio de comunicación que además supone una nueva forma de periodismo. La Marea es el producto estrella de la primera cooperativa periodística en España. Parece contradictorio hablar de una cooperativa en el siglo XXI, y más en el mundo del periodismo donde los grandes conglomerados han dominado el mundo en los últimos dos siglos, pero cada vez surgen más grupos de este tipo. Toni Martinez explica que decidieron “montar una cooperativa de socios y trabajadores”, llamada MásPúblico,  ya que no pudieron quedarse con la cabecera de Público cuando se subastó, por falta de dinero. “Compartir la propiedad de La Marea entre muchos pequeños propietarios garantiza la independencia”, explica Martínez ya que los lectores socios también son dueños del medio y tienen derecho a votar sobre los temas de los que se escribe.  La cooperativa supone muchas ventajas ya que libra a al grupo de intereses empresariales o políticos y da la libertad para crear un periodismo libre, transparente y democrático. Además MásPúblico tiene unos principios muy claros y La Marea se edita según estos principios: defensa de lo público, defensa de la igualdad y de la laicidad; economía justa, memoria histórica, trabajo digno, medio ambiente, derecho a la vivienda, cultura libre y defensa de la república.

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Los principios editoriales parecen una utopía, el sueño de muchos periodistas. Pero es contradictorio defender el medio ambiente y a su vez apostar por un producto en papel. Ya que tras la revolución digital y la cantidad de recursos que proporciona internet, se podría crear un medio limpio, ecológico y sin necesidad de agotar recursos naturales.

Por otro lado, el nombre de La marea implica cambio y movimiento. Hacen “un guiño a los movimientos sociales”, explica Martínez. Pero es curioso que el nombre no acompañe a sus acciones: un cambio implica también un cambio de formato, mientras que el grupo sigue apostando por el papel y no ha lanzado una página web potente, sino un apoyo al papel. Toni Martinez explica que los ingresos provienen casi exclusivamente del papel que reparten quioscos de Valencia, Madrid y Barcelona o que se envía a domicilio, previa petición on-line. Con ello también se aseguran de no imprimir más revistas/periódicos de los que venden. Lo cual es una forma de controlar los ingresos y los gastos.

Por otro lado, la falta de recursos es evidente aunque han sabido darle salida. Con una plantilla de ocho redactores y muchos colaboradores distribuidos por todo el mundo, no tienen alcance para cubrir las noticias de última hora. En cambio han optado por los reportajes de profundidad, los reportajes de segunda lectura que investigan y elaboran de forma pausada. Esto supone un acierto puesto que con la llegada del periodismo on-line muchos medios se lanzan a publicar al tuntún y verdaderamente no se busca la raíz de los problemas o asuntos colaterales a determinadas noticias. En ocasiones tampoco pueden conseguir fotografías y por ello incluyen colorido en su maquetación.

Aunque quizá el formato escogido para el producto no sea el más adecuado hoy en dia, proyectos como la Marea son los que ayudan a los jóvenes estudiantes de periodismo a seguir luchando por la profesión, ya que los animan a emprender y guiar el periodismo hacia la utopía: un periodismo libre de empresas, un periodismo en el que se pueda escribir sin miedo a ser censurado o a dejar de ser patrocinado, pero sobre todo, un periodismo de calidad, transparente: que explique los hechos tal y como son, contrastando opiniones y exponiendo las diversas versiones desde un punto de vista objetivo.

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